¿Has escuchado la frase: “Deja me apuro, para ganar tiempo”? Es muy frecuente encontrarte con gente que cree que puede ganar tiempo, retrasarlo o hacerlo rendir haciendo algo más rápido o varias cosas al mismo tiempo. El poder modificar o al menos reducir la efectividad del tiempo sobre nosotros es una imposibilidad
Esta cita nos muestra claramente que no solo estamos bajo el tiempo sino que todo tiene un tiempo espesífico y eso lo sabemos, lo complicado a veces es saber cuándo o en qué momento es tiempo de tal o cual cosa o actividad. A partir de la creación de las lumbreras del cielo en el cuarto día, el hombre fue puesto bajo el sol, bajo un régimen, bajo el tiempo. Para nosotros llegar a conocer o contar los tiempos debemos buscar la guianza del único que está sobre todas las cosas, incluyendo el tiempo … ¡Dios!
Para algunos a veces es difícil decirle ¡no! a la tentación de hacer las cosas en nuestro tiempo, de acuerdo a nuestra agenda y motivado por nuestras prisas. También suele ser difícil entender que debemos tener tiempos de reposo, en los que se tomará la fuerza y se trazará la estrategia adecuada para cuando venga el momento de actuar estemos lo mejor preparados para la tarea.
Hay veces que la tentación se oculta bajo el antifaz de la “oportunidad” pues puede ser la oportunidad de hacer nuestra voluntad y muy seguramente esta nos aleje de la voluntad de Dios pues "sus pensamientos no son nuestros pensamientos" (Isaías 55:8-9) . Busquemos la oportunidad de hacer la voluntad de Dios, negándonos a la tentación y esto no se hace buscando Su única voluntad y esperando en Él, permaneciendo en Sus principios.
con paciencia,
confiando en su fidelidad
y después de haber resistido vendrá el cumplimiento de la promesa.
Abraham cayó en la "oportunidad" de ayudar a Dios en el cumplimiento de Su voluntad expresa, aun sabiendo que es lo que Dios haría buscó acelerar su cumplimiento, viendo a la sierva como un vector facilitador y el resultado de este error sigue teniendo consecuencias hasta el día de hoy en la interminable guerra palestino-israelíes.
Deseamos ser cuidadosos priorizando responsabilidades y, en ocasiones, al no acceder a nuevas responsabilidades, nos sentimos culpables creyendo que fallamos por no tener una fe aumentada; más las Palabra del Señor tiene un mensaje claro que nos debe alentar. La sabiduría reconoce que todo en la vida tiene su tiempo, tanto en las actividades humanas como devocionales, incluso en la esfera natural.
Quizás tienes planes de comprar un auto, de estudiar una carrera universitaria, casarte, tener un hijo, etc. Cuando vas avanzando de una etapa a otra, las prioridades cambian. De seguro tendremos que dejar a un lado lo que acostumbrábamos a hacer para darle lugar a otras cosas.
Cuando comenzamos a experimentar estos cambios en la vida, debemos meditar y analizar con responsabilidad y sabiduría qué clase de compromisos podemos tomar, manteniendo siempre presente que lo que hagamos sea . . .
Entonces, todo tiene su tiempo … si, pero ¿cuál es?. Responder esa pregunta es tu tarea, espera en Dios.
