“Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor.” Hechos 19:20 LBLA

Más de 350 veces se hace referencia en el Nuevo Testamento a la Palabra de Dios. Tan solo en el libro de los Hechos, que nos narra el establecimiento, crecimiento y estructura de la iglesia, aparece 59 veces la supremacía de “la Palabra” como la evidencia de lo más importante, trascendente y urgente de todo lo que se tenía que hacer para que la iglesia naciente se fortaleciera y brillara como cuerpo de Cristo.

Hoy muchos se preguntan ¿cómo saber si una iglesia o congregación es verdadera? Desafortunadamente al no tener una referencia 100% bíblica terminan algunos concluyendo que debe ser por el carisma, extravagancia, liderazgo, explosividad o simpatía de los líderes y sólo eso es lo que mueve a muchos a buscar un lugar donde congregarse. Otros, quizá, piensan que una iglesia verdadera esta reflejada en sus integrantes, buscando iglesias cuyos miembros son de conducta intachable, donde la disciplina y la corrección a las malas conductas se establece con firmeza. Tristemente, hay otros para los que la estructura y el estilo son lo que los hace decidir congregarse en determinado lugar, es decir, quizá donde haya mucha gente reunida, con un edifico impresionante, donde las luces y el sonido los hagan sentir emocionados, buena música con danza incluida y quizá donde se tengan buenos planes de trabajo para niños, jóvenes, matrimonios, viudos y divorciados.

Cundo vemos con cuidado en la Biblia, la señal de una iglesia verdadera está solo en dos cosas: Cristo y su Palabra. Entonces, lo que hace una iglesia verdadera no tiene nada que ver con los ministros, estos son solo simples hombres a quien se les ha delegado predicar la verdad bíblica y no predicarse ni encumbrase ellos mismos sobre la iglesia. Es Cristo quien salva por su Palabra y ésta, por el Espíritu Santo, nos impacta, no los integrantes de una congregación que siempre estaremos faltos, frágiles y necesitados; quien busca una iglesia por las personas terminará siempre defraudado. Es por Cristo y su Palabra, predicada de manera honesta, bíblica y central en el culto, no las luces, ni el exceso de música, ni de séñales y milagros que roban el oído de la gente y los hipnotiza para perderse en lo secundario haciendo a un lado lo vital.

En resumen, ¿como saber cual es una iglesia verdadera? La que pone énfasis en la Palabra, bíblica y cristocentrica. Después de todo es por la Palabra y solo por la Palabra que Cristo mismo nos transformará para que seamos Su esposa.

“...Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,” Efesios 5:25-26 LBLA