El 31 de octubre se ha vuelto una fecha secuestrada por los ya generalizados cultos a la muerte. Incluso hay iglesia cristiana que ha olvidado que esta fecha es importante para la fe cristiana en todo el mundo y debe ser recordada e incluso celebrada.
El 31 de octubre pero de 1517, un monje Agustino llamado Martín Lutero después de haber sido convencido por las Escrituras de los errores y abusos por parte de la Iglesia Católica Romana sube las escaleras de la iglesia del castillo en Wittenberg, Alemania, donde era profesor catedrático, y clava en la puerta de madera maciza sus 95 tesis en las que manifiesta su protesta en desacuerdo con muchas de las enseñanzas y políticas retorcidas de la iglesia católica romana y el papa, que solo buscaban abusar de la fe de los creyentes para enriquecerse. Este acto memorable de fe y celo de Dios sería el chispazo que se necesitaba para encender la inextinguible flama de la después llamada Reforma Protestante o Reforma de la Iglesia.
La repentina vislumbre de Martín Lutero en la famosa "Scala Sancta" (Escalera Santa), de que el justo vivirá por la fe, fue un hito importante en la Reforma Protestante. Sus tesis, no eran solamente una discusión adicional sobre el tema de la justificación por la fe. Además, trataban principalmente sobre la gran necesidad de reformas en el sistema religioso de la época, con énfasis sobre la libertad de conciencia, la condena sobre la venta de indulgencias y graves denuncias contra los abusos papales. Las 95 tesis de este volumen se centran en las verdades de la justificación por la fe en Jesucristo. Con un mensaje de aplicación ilimitada, en donde se mantiene un único interés, un asunto que supera a todos los demás – Cristo, nuestra justicia.
El reciente invento de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1440, fue un catalizador e impulso mediatico para la difusión masiva de los postulados de Lutero quien con fe y coraje fue llevado a comparecer ante la autoridad papal a sabiendas que podía ser ejecutado por el clero católico y, después de negarse a retractarse de sus postulados doctrinales, fue separado de la iglesia católica romana y así dio inicio un poderoso movimiento de regreso a la inerrante autoridad bíblica sobre cualquier tema de fe.
No tardaron en responder los poderes de las tinieblas con ataques fieros ante el desafío del Dr. Lutero, aunque lo que había iniciado no podría ser detenido, ya que la conciencia del cristiano fue desafiada para regresar a sus origenes, a sus raices: A la Gracia, a la Fe,a la Palabra, a Jesucristo, a Dios. Hubieron varios siervos de Dios, a parte de Lutero, que se sumaron a esta ola del Espíritu Santo, impactando a sus generaciones y comunidades con su fe y valentía, hombres como Meno Simons (Holanda), Ulrico Zuinglio (Suiza), Juan Calvino (Suiza), John Knox (Escocia), etc.
La palabra "Reformar" significa "Dar nueva forma". Es un intento por volver al origen de la fe, a su vivencia práctica, a la Palabra de Dios como última y máxima autoridad de la Iglesia. Un intento por enderezar la senda desviada hacia la Verdad de la luz de Jesucristo, en concreto un despertar hacia la fuente purísima de las Escrituras.
Se ha entendido mal el título de "Reforma Protestante" pues incluso algunos creyentes creen erróneamente que este se debe a que la iglesia protestaba y protestó contra los abusos, y aunque los señaló y descalificó, no fue esta la razón de ser llamada protestante. Se le llamó así, debido a la toma de protesta, (proclamar o declarar un propósito) que la iglesia hizo de no alejarse de la ortodoxia de las Escrituras y de defender la verdad bíblica por encima de cualquier interés personal o tradición eclesiástica alguna.
Como legado de la Reforma protestante hemos recibido cinco frases que resumen los fundamentos bíblicos que Dios a través del trabajo teológico de los reformadores ha dado a Su iglesia para ser guardada del error. Estos fundamentos son conocidos como las 5 Solas de la Reforma:
Sola Scriptura (Solo la Escritura): Solo la Biblia es la Palabra inspirada e inerrante de Dios. Es ella la última y máxima autoridad de la Iglesia, por encima de cualquier persona, tradición o convención humana. (Gálatas 1:6-10; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:3).
Sola Gratia (Solo por Gracia): La salvación es dada por Dios solo por Gracia. Es un regalo inmerecido que de Él recibimos según el puro afecto de Su voluntad. No hay nada que hubieramos podido hacer, ni en el pasado ni en el futuro, para merecer semejante dádiva. (Efesios 2:8)
Sola Fide (Solo por Fe): Este don de la Salvación es recibido solo por fe. No hay nada que tengamos o podamos hacer para ser salvos. Solo el creer en Jesucristo nos dará acceso a Su inefable salvación, es la Fe el vector sobre el cual se moviliza la Gracia divina. (Efesios 2:8-9; Romanos 3:28).
Solus Christus (Solo Cristo): No existe ninguna fuente de Salvacion fuera de Jesucristo. Solo Él es capaz de ofrecer salvación y vida aterna a todo aquel que en el cree. No existe ninguna otra fue o depósito de fe que tenga los méritos suficientes para salvar. No hay salvación fuera de Cristo nuestro Señor. Solo Él ha propiciado la ira del Soberano y Justo Juez imputándonos Su vida de justicia y santidad, salvándonos así de la destrucción y condenación eterna. (Hechos 4:12)
Soli Deo Gloria (Solo a Dios Gloria): El propósito de la Iglesia es que solo la Gloria de Dios sea dada a conocer en todos los rincones del planeta. Solo el Señor debe ser glorificado en nuestra vidas como individuos y como cuerpo. (Efesios 1:4-6; 1 Pedro 2:9).
Debemos dejar claro que aunque la Reforma Protestante fue detonada y desarrollada a través de diversos hombres, este fue un movimiento total y absolutamente motivado y orquestado por Dios mismo. Esa condición de apego a la Escritura ha sido la voluntad divina desde siempre, no se descubrió ninguna doctrina nueva, ya todas estaban en las Escrituras, aunque opacadas y empolvadas por el polvo de la ignorancia y del abandono. No declaramos a Lutero ni a ningún otro reformador como autor de esta reforma, solo Dios es quién a sostenido y siempre sostendrá a Su amada Iglesia.
La Reforma de la Iglesia es sin duda, un movimiento de purificación de la fe y doctrina cristiana que todos deberíamos celebrar. Es por esto, que te invitamos a que no te dejes robar esta fecha tan importante. Levanta tu voz con la luz del Evangelio de Jesucristo. Celebremos la vida y la restauración de la iglesia.
