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20 Julio

El ciclo de las ovejas

Written by  Alejandro Corzo

Somos ovejas de Dios, eso lo tenemos claro pero ¿qué es una oveja?, ¿quién es el pastor y dueño de las ovejas?, ¿qué nos enseña la fragilidad y necesidades de la oveja?, ¿Cómo escoge el pastor a sus ovejas? y ¿cuándo será el regreso al redil de las ovejas?.

Jesucristo nos alerta a ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas, pero nuestra esencia no es como de serpiente ni como de paloma, es más como de una oveja. Por eso es importante notar que nos envía como ovejas en medio de lobos, pues nuestra naturaleza como hijos de Dios se asemeja más a la oveja y Él, como nuestro Dios, es el buen Pastor de Su rebaño. 

¿Por que somos llamadas ovejas?

Este animalito es el que se usa el mayor número de veces para describir al pueblo de Dios. 

 Lo que nos hace preguntarnos ¿por qué?

Características esenciales de una oveja

  • La antropología dice que fue el primer animal en ser domesticado, sin embargo, creo que fue credo por Dios ya como un animal doméstico.
  • Una oveja fue creada frágil y dependiente.
  • Es un animal rumiante. Lo cual es interesante ya que para obtener todos los nutrientes de la pastura que come, principalmente las proteínas, necesita masticar y volver a masticar los alimentos. Así el cristiano necesita rumiar o comer constantemente los buenos pastos de la Palabra de Dios.
  • Es un animal que no puede subsistir sin un guardián o vigilante, es decir, necesita un pastor.
  • Es un animal que necesita estar en rebaño para su propia seguridad. Es interesante que en zonas de mayores depredadores las ovejas permanecen instintivamente juntas y cerca del pastor, en pastizales donde hay menos depredadores las ovejas tienden a dispersarse y la ayuda de perros pastores se hace más necesaria.
  • Al ser animales productores de lana, esta necesita ser cortada regularmente, de no ser así una oveja no puede ver, no puede caminar, se atora constantemente en ramas y es más susceptible a caer y tropezar. De la misma manera nuestro Señor nos debe trasquilar de aquello que entorpece nuestro caminar como hijos de Dios.
  • En muchos lugares les cortan las colas a la ovejas para evitar que las moscas se acumulen por el excremento y así evitar enfermedades infecciosas. De la misma manera, debemos ser circuncidados en el corazón para que las moscas del pecado y la inmoralidad no se acumulen y nos dañen nuestro caminar espiritual.
  • Aunque comparten mucha semejanza con las cabras, no pertenecen a la misma especie, por lo que una cruza con una cabra es poco viable, y en caso de lograrse se dará a luz un animalito híbrido, incapaz de reproducirse. La ovejas del Señor estamos llamados a no unirnos en yugo desigual con las cabras de este mundo.
  • Las ovejas no pueden pararse por ellas mismas cuando quedan boca arriba sobre su espalda. A esto se les llama depresión, y solo pueden ser volteadas para no morir por el pastor. Los cristianos también nos deprimimos y quedamos paralizados por tribulaciones y pruebas, necesitamos el auxilio del pastor y el Espíritu Santo para fortalecernos y afirmarnos de nuevo.
  • Normalmente duermen en un redil y de día salen a pastar para regresar al término del día a la seguridad del rebaño y del redil.
  • Es el animal por excelencia para ser objeto de sacrificio, lo que nos lleva a entender mucho más que el destino del hombre es la muerte, por ello Jesucristo debía hacerse cordero u oveja para ser el objeto perfecto de sacrificio, es decir, el cordero de Dios muriendo para que sus ovejas no sean sacrificadas.

Cristo es el pastor, dueño, y puerta de las oveja

Queda claro que somos ovejas del Señor, Él mismo así lo declara. Entonces tenemos dueño, no nos pertenecemos a nosotros mismos, necesitamos ser pastoreadas, corregidas, guiadas, trasquiladas, alimentadas, etc.

Escogidas desde la eternidad 

 Algo muy importante que debemos entender, es que somos ovejas desde la eternidad, es decir, no nos hacemos ovejas aquí, no nos convertimos en ovejas cuando recibimos al Señor, ya éramos ovejas, pero descarriadas, ya éramos ovejas pero perdidas. Jesucristo vino por sus ovejas que desde la eternidad amó, conoció y escogió.

Es decir, en la eternidad pasada ya éramos parte del redil del Señor, pero ahora en los pastizales de la Tierra nos hemos perdido, deprimido, expuesto al peligro de los lobos y animales salvajes que desean despedazar nuestra alma, pero tenemos un dueño que desde antes de la fundación de los tiempos ya nos había escogido para ser Suyos, por ello, a los que decidió salvar no hay poder que los pueda arrebatar de Su mano.

Cuando llegue el tiempo del fin, Jesucristo separará Sus ovejas escogidas de las que no son suyas, se hará notorio la selección que el hizo de un rebaño, de un pueblo para su gloria que escogió desde la fundación del mundo.

Buscadas encontradas y rescatadas por nuestro pastor.

Una oveja no puede regresar al redil por sí misma, su capacidad de ubicación no es tan aguda, necesita ayuda, bien del pastor o del perro pastor, quien le llevarán, a veces a pesar suyo, de regreso al redil. 

Así Jesucristo tomó la iniciativa de venir a buscarnos; el hombre estaba perdido y descarriado en sus pecados, sin saber siquiera el camino de regreso, por ello todos los seres humanos son víctimas de los grandes depredadores de nuestras almas, a saber, el mundo, el pecado y la carne. 

Nadie, absolutamente nadie, puede regresar al Padre si el buen Pastor no lo busca, rescata y encuentra.  

Separadas y consagradas 

Ahora, debemos entender que Jesucristo es el buen Pastor de “Sus” ovejas, no de todas las ovejas, solo de las que son suyas, a esas busca, encuentra, rescata y lleva de regreso a a casa. 

  • Las ovejas Israel. Un primer grupo de ovejas que Jesucristo viene a buscar está entre el pueblo de Israel, a ellas se les predicó en el antiguo testamento dándoles a conocer la promesa del buen pastor que vendría como descendiente de David.

 Estas ovejas son las que primero buscó predicarles el Señor Jesús, de ahí que entendamos por qué la primer iglesia en los primeros capítulos del libro de los Hechos era solo de judíos.

  • Las ovejas gentiles. Pero el rebaño del Señor es mucho más grande que solo judíos, sus ovejas que diseminarían por todo el mundo tenían también que ser buscadas, salvadas y llevadas de regreso a casa. La iglesia gentil somos las ovejas que no podíamos regresar,  éramos ovejas salvajes perdidas en el campo de este mundo, más ahora los brazos amorosos de su Gracia nos llevan de regreso al redil en el reino de los cielos.

De regreso al redil

Las ovejas del Señor han sido rescatadas para regresar al redil, para que se complete el número de las 100 ovejas. Este es un número simbólico que representa la totalidad de las ovejas del Señor. 

Todavía estamos en los pastizales de la Tierra, todavía hay peligros, todavía hay lobos rapaces que quieren destruirnos, pero la gran diferencia es que el buen pastor ahora nos acompaña, que el Espíritu Santo ahora nos guía, nos corrige. La vara y el callado de Jesús están a nuestrofavor para alentarnos, consolarnos, protegernos, esa vara y callado sin duda es Su Palabra, a veces dura como una vara para golpear nuestras patas cuando el pecado está al acecho, a veces como un callado para acercarnos tiernamente a Él y darnos aliento y medicina a nuestras almas.

Hoy es día de estar agradecidos de ser ovejas y no cabras, de poder reconocer la voz del buen Pastor y consagrarnos escuchando la voz del Espíritu Santo que nos llama cada día a ser mejores, que nos convoca cada día a conocerle más a travez de de Su bendita Palabra, que nos impulsa a alabarle con todas nuestras fuerzas en cada reunión con el resto del rebaño en cada culto, en cada discipulado; para que así, como un rebaño consagrado al Señor, en el día de su venida, nos gocemos como becerros de manada saltando y regocijándonos por haber regresado al redil, por estar para siempre seguros en casa.

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