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06 Octubre

Introducción a los pactos de Dios en las Escrituras

Written by  Beatriz Figueroa

I. ¿Qué es un pacto?

      Don Garaldí menciona que un pacto: es un acuerdo formal que crea una relación con aspectos legales, ese acuerdo es entre dos o más partes y conlleva responsabilidades, castigos, sanciones por incumplimiento ya que está construido sobre promesas pactuales.1

Según el Diccionario Bíblico Ilustrado la palabra pacto se traduce de los siguientes vocablos:

    • "Berit" del hebreo en el Antiguo Testamento, que significa acuerdo, alianza o testamento 
    • "Diatheke" del griego en el nuevos Testamento, que significa disposición, y se aplica a una voluntad de una sola de las partes, el instrumento legal por el cual uno disponía de sus bienes y propiedades terrenales, después de su muerte.
    • En latín, la palabra pacto viene del verbo "convenire" [com = junto + venire = venir] 

La Biblia en el libro de Gálatas 3:15, nos muestra que toda promesa debe ser guardada y toda obligación cumplida. “Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade”.

La palabra traducida como <pacto> aparece 284 veces en el Antiguo Testamento (Heb. berith) y 33 veces en el Nuevo Testamento (Gr. diatheke). La Biblia reconoce una pluralidad de pactos que Dios hizo con su pueblo en varios puntos de la historia. El pacto es el marco que da forma a toda la revelación bíblica.2

Es necesario conocer los usos y costumbres orientales para entender la Biblia. La Biblia fue escrita por orientales. Es fácil que los occidentales pasen por alto el hecho de que las Escrituras tuvieron su origen en el Oriente, y que cada uno de los escritores eran en realidad orientales. A pesar de esto, muchos leerán las Escrituras con el prejuicio de sus propios usos y costumbres occidentales, en lugar de interpretarlas desde el punto de vista oriental.3

En la cultura del Antiguo Cercano Oriente, o Medio Oriente antiguo, estaban muy familiarizados con los pactos, una promesa verbal comprometía a los pactantes. El siguiente ejemplo lo escuché en una clase de derecho en la Universidad: comer juntos es considerado estar de acuerdo para ratificar un pacto entre los comensales orientales. También estilan el sacrificio de animales para cerrar pactos.

Para la mayoría de los occidentales es necesario tener un documento legal que obligue a las personas a cumplir con las promesas hechas y hasta juradas, incluso existen dichos como “papelito habla”, entonces podemos deducir que si no compruebas con un documento el compromiso pactado puede suceder que esa promesa no tenga cumplimiento, es tanto como decir: compruébame que yo lo dije.

En las películas y series americanas en donde presentan escenas de juicios podemos observar como los que suben al estrado a declarar colocando su mano sobre la Biblia juran decir la verdad y solamente la verdad ante un hecho, pero es solo como una tradición porque no toman consciencia sobre el noveno mandamiento dado en la Ley Moral de Dios.

II. Características de los pactos

     Analizando los pactos efectuados en el Medio Oriente podemos destacar sus componentes4: Preámbulo es la introducción al pacto en donde se identifica al soberano del tratado, quien era el rey, emperador, gobernante o a Dios mismo se estipula en Éxodo 20:2 “YO SOY EL SEÑOR TU DIOS”.

Prólogo histórico.  Se presenta un resumen histórico de la relación entre el soberano y su vasallo. En el Pacto Mosaico “YO SOY EL SEÑOR TU DIOS QUE TE SACÓ DE LA TIERRA DE EGIPTO”.

Estipulaciones. Se mencionan las partes involucradas en el pacto, también las condiciones para obtener beneficios o sanciones que resultan en bendiciones o maldiciones.

Promesas pueden ser parte de las estipulaciones y es un elemento que no falta en los pactos con Dios. "YO SERÉ SU DIOS, Y ELLOS SERÁN MI PUEBLO”

Juramentos. Son los votos que se hacen. Por lo general, es necesario apelar a alguna figura o autoridad sobre la cual jurar. En este caso, Dios, al no encontrar a nada ni nadie superior jura por Él mismo pues es lo más alto que hay.

Ratificación. Es la renovación del pacto. La vigencia de algunos pactos celebrados con Dios son la eternidad pues Él es eterno en Su esencia.

Símbolos. Es una muestra vivible de la celebración del pacto. El arcoíris es un símbolo del pacto de Dios con Noé. La circuncisión es símbolo del pacto de Dios con Abraham.

Los pactos que observamos en la Biblia son entre Dios y los hombres, entre naciones, entre hombres e incluso entre los miembros de la trinidad en donde no interviene el hombre, en todos ellos, hay promesas y se expresan obligaciones.

En palabras de J.I. Packer podemos escuchar qué: la base de la adoración es la relación de pacto por medio de la cual Dios se ha identificado con aquéllos a quienes ha salvado y proclamado suyos.5

Dios es quien realiza todos los pactos bíblicos, Él es el autor, quien toma la iniciativa, también el que estipula los términos y quien siempre los cumple. El hombre no puede añadir, poner condiciones o modificar lo que El Señor ya estipuló porque además es perfecto.

III. Algunos atributos de Dios

     Los atributos de Dios se refieren a sus características fundamentales, permanentes e inmutables y las Escrituras son la única fuente grandiosa de conocimiento de Dios y de su voluntad.6

     El hermano Paul Washer en su libro “Conociendo al Dios vivo” nos presenta aspectos de la naturaleza de Dios, que nos llevan a comprender un poco más Su obra y, digo un poco, no porque su trabajo tenga deficiencias, sino porque ahora entiendo que Dios es insondable. “¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor? ¿O quién llego a ser Su consejero?” (Romanos 11:33-34 LBLA).

     Es muy importante entender que los Pactos que Dios hace con los hombres, tendrán cumplimiento por múltiples factores, destacando entre todos los Atributos de Dios, a continuación, encontraremos cinco de ellos:

  • Dios es justo.

La palabra justo se traduce del término hebreo “tsaddic” y la correspondiente palabra griega “dikaros". Ambos términos denotan la rectitud, justicia, corrección o excelencia moral de Dios. Sus obras, decretos y juicios son absolutamente perfectos y dignos de absoluta confianza. La justicia de Dios garantiza que no hará nada malo.7 

El Salmo 7 en la segunda parte del versículo 9 nos corrobora que Dios es justo y este es solo un ejemplo de que todo lo que hace Dios es plenamente correcto en tiempo y forma, por tanto, si pactamos con Dios tenemos la confianza de que no será un pacto leonino.

  • Dios es veraz

Dios es exactamente como Él revela ser y las cosas son exactamente como Él dice que son. No puede mentir ni distorsionar la verdad. Dios solo actúa y habla en el ámbito de la verdad. Él es el Dios del amén.8 

El Evangelio de Juan en el capítulo 3 verso 33 nos dice que Dios es veraz, aunque nosotros como humanos no logremos conducirnos bajo estándares perfectos de veracidad y verdad Dios sí lo hará y en todo pacto, Él no fallará. 

  • Dios es fiel

La palabra fiel proviene de los términos en hebreo Amán y en griego pistos. Ambas palabras expresan la idea de certeza o estabilidad. La fidelidad de Dios no implica que Él haga todo lo que el pueblo desea, sino que Él hace todo lo que ha prometido. Dios tiene el poder necesario para cumplir cada promesa que ha hecho.9

     El profeta Oseas en el capítulo 11 verso 12 escribe que Dios es fiel y pese a que no buscamos de Dios en todo momento, a que pecamos y nos equivocamos, tenemos que tener la certeza de que Dios es fiel, digno de nuestra completa confianza y su fidelidad no depende de nuestras obras.

  • Dios es creador.

Una de las verdades fundamentales de las Escrituras y la fe cristiana es que solamente Dios es creador y sustentador. Dios creó los cielos y la tierra y si no nos hubiera creado, no existiríamos. Debe sorprendernos que Dios no usó materiales que ya existían para hacer el universo, sino que lo creó de la nada, por su propio poder y para su propia gloria.10

Muchos versículos de la Biblia nos muestran a Dios como creador, en Deuteronomio 10:14 He aquí, al Señor tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.

  • Dios es soberano.

Soberano proviene del prefijo en latín súper que significa sobre o encima de. Todo ser viviente, toda cosa creada y todos los eventos de la historia están bajo el gobierno soberano de Dios. Nada ni nadie puede estorbar o alterar lo que Él ha determinado.11

El conocimiento de Dios está unido a su soberanía; Él conoce todas y cada una de las cosas, tanto en ellas mismas como en su relación con las demás, porque fue Él quien las creó, las sostiene y las hace funcionar en cada momento de acuerdo con su plan para ellas así lo confirma Efesios 1:11.12

Cuando leemos la Biblia podemos meditar en cada atributo que tiene Dios, algunos son comunicados al hombre como el amor, la bondad, la paciencia y otros son exclusivos de Dios o incomunicables como la aseidad, la omnisciencia, la eternidad, por mencionar otros.

Las tres Personas de la Trinidad Santa son eternas y tienen existencia en sí mismas, compartiendo por igual todos los aspectos y atributos de la divinidad, y actuando siempre juntas en una solidaridad cooperativa.13

Por último, retomando las palabras de Wayne Grudem podemos decir que todo lo que la Biblia dice de los atributos de Dios, usa lenguaje antropomórfico; es decir, lenguaje que habla de Dios en términos humanos o en términos de la creación que conocemos.14

IV. La ley moral.

     Las leyes bíblicas son de diversas clases. Las leyes morales ordenan la conducta personal y comunitaria que constituye siempre nuestro deber. Las leyes políticas del Antiguo Testamento aplicaban los principios de la ley moral a la situación nacional de Israel.15

En Deuteronomio 9:11 Moisés expresa que, pasados los 40 días, Jehová le dio las dos tablas de piedra en las que grabó los Diez mandamientos, que serían las leyes fundamentales del pacto entre Dios y su pueblo escogido Israel y fueron llamadas “las tablas del pacto”.

Cuando Cristo estuvo en la tierra declaró que ÉL no vino a destruir la ley sino a cumplirla (Mt. 5:17). Dios ordena la conducta que a Él le agrada ver, y prohíbe la que lo ofende. Jesús resume la ley moral en los dos grandes mandamientos de amar a nuestro Dios y amar a nuestro prójimo.16

La ley moral de Dios es presentada de manera amplia en las Escrituras con el Decálogo (los Diez mandamientos), las otras normas mosaicas, los sermones de los profetas, las enseñanzas de Jesús y las epístolas del Nuevo Testamento. Refleja su santidad y sus propósitos para los seres humanos que Él creó.17

IV. Propósitos de la ley moral18

  1. Darnos conocimiento del pecado. Su primera función consiste en ser un espejo que refleje para nosotros tanto la justicia perfecta de Dios, como nuestro propio pecado y nuestras faltas. Citas que respaldan: Romanos 3:20; 4:15; 5:13
  2. Contener el mal. Aunque no puede cambiar el corazón, hasta cierto punto puede inhibir la anarquía con sus amenazas de juicio, en especial cuando la respalda un código civil que castiga los delitos probados citas que respaldan: Deuteronomio 13:6–11; 19:16–21; Romanos 13:3–4
  3. Guiar al que ha sido regenerado hacia las buenas obras que Dios ha planificado para él. La ley les dice a los hijos de Dios lo que le agrada a su Padre celestial. Cita de respaldo: Efesios 2:10.

Aunque el Señor reafirmó la ley y sus maldiciones en el contexto de la gracia del Pacto que hizo con Israel (Éxodo 20; Jeremías 11:1-5), la ley moral está profundamente arraigada en la naturaleza humana (Romanos 2:14-15), y su primera forma de pacto aparece en la palabra de Dios a Adán.19

V. Pacto de redención

          Los pactos son más antiguos que la Biblia misma y no iniciaron con la raza humana, fueron diseñados por Dios desde la eternidad y dan muestra al hombre de la inmutabilidad del Creador de todo.

Podemos distinguir tres pactos primordiales en las escrituras, el Pacto de Redención, El Pacto de Obras y el Pacto de Gracia.

     El Pacto de redención tiene su raíz en la eternidad y es entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajando juntos para lograr la redención del hombre., tal como la obra de creación fue un acto trinitario. Dios pensó en Su plan de redención antes de la creación y antes de la caída. 

     En este pacto se demuestra la armonía dentro de la Trinidad como veremos a continuación:20

    • El papel del Padre en el pacto de redención: El Padre tiene la iniciativa de la redención e incluye un acuerdo de dar al Hijo para que fuera su representante. (Juan 17). Preparó un cuerpo para que el Hijo morara como hombre, derramó el poder del Espíritu Santo.
    • El papel del Hijo en el pacto de redención:  El hijo estuvo de acuerdo en que vendría a este mundo como hombre bajo la ley mosaica, se humillaría a sí mismo y se haría obediente hasta la muerte en la cruz. (Filipenses 2:5-11). Ninguno de los que el Padre le iba a dar se perdería. 
    • El papel del Espíritu Santo en el pacto de redención:  el Espíritu santo estuvo de acuerdo en hacer la voluntad del Padre para llenar y facultar a Cristo quien llevaría a cabo su ministerio en la tierra (Mateo 3:16, Lucas 4) y aplicar los beneficios de la obra redentora de Cristo a los creyentes al ser enviado como paracleto.

Las promesas del pacto están arraigadas en un acuerdo o convenio hecho por Dios antes de que el tiempo comenzara, cuando no existía nadie para dar o recibir promesas, excepto las tres personas de la trinidad (Tito 1:2).21

5.- Pacto de obras

     Cuando Dios crea al hombre y lo coloca en el huerto del Edén le proporciona una serie de indicaciones para que labrará y guardase el huerto, pusiera nombre a los animales entre otras actividades, y le da un mandamiento diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

En esta promesa de castigo por la desobediencia hay implícita una promesa de bendición por la obediencia. Esta bendición consistiría en no recibir la muerte, involucraría vida física sin fin y vida espiritual en términos de una relación con Dios que continuaría para siempre.22

El Pacto de obras también es conocido como el Pacto de la Creación, y se caracteriza por ser el primer Pacto que realizó Dios con los hombres, se le llamó así porque no se limitó a Adán y Eva, sino que tendría repercusiones para toda la creación.

La palabra pacto no aparece literalmente en ese pasaje de Génesis de la Biblia pero lo podemos encontrar en Oseas 4:6 cuando dice “Pero ellos, como Adán, han transgredido el pacto; allí me han traicionado

Los teólogos reformados han llamado a este acuerdo con Adán una garantía de vida, un pacto adánico, un pacto legal, un pacto de naturaleza, un pacto natural, un pacto de creación o un pacto de obras.23

Dios hizo del primer hombre el representante de toda su posteridad, de igual manera que hizo de Cristo el representante de todos sus elegidos (Romanos 5:15–19). En ambos casos, el representante involucraría a aquellos que representaba en los frutos de su acto personal.24

Dios puso al primer hombre en un estado de felicidad, y prometió continuarlo para él y para su posteridad después de él, si mostraba fidelidad a través de una trayectoria de obediencia positiva y perfecta, y concretamente, al privarse de comer de un árbol descrito como el árbol de la ciencia del bien y del mal. Da la impresión de que el árbol tenía este nombre porque lo que estaba en cuestión era si Adán iba a dejar que Dios le dijera lo que era bueno o malo para él, o si trataría de decidirlo por sí mismo, sin tener en cuenta lo que había dicho Dios.25

El castigo de la muerte empezó a cumplirse el día que Adán y Eva pecaron, (desobedecieron y no cumplieron con sus obras), pero fue cumpliéndose lentamente a lo largo del tiempo, a medida que sus cuerpos envejecían y al final morían. La promesa de la muerte espiritual se cumplió de inmediato, pues quedaron apartados del compañerismo de Dios.26

La promesa de Dios de dar vida con la condición de que seamos obedientes tiene origen en Su gracia. Nuestra salvación finalmente se logra cuando se cumple el pacto de obras. Esto lo consigue Cristo que obedeció perfectamente el pacto de obras por nosotros, y es llamado el segundo Adán.27

VI. Pacto de gracia.

     Podemos leer en la Confesión de Fe de Westminster que: Por su caída, el hombre se hizo a si mismo incapaz de la vida mediante aquel pacto, por lo que agradó a Dios hacer un segundo pacto, El Pacto de Gracia, en el cual Dios, por medio de Jesucristo, ofrece gratuitamente la vida y salvación a los pecadores, requiriéndoles fe en Él para que sean salvos.28

Aprendimos del Dr. Sproul que: el pacto de gracia es entre Dios y pecadores, el pacto de obras fue entre Dios y sus criaturas no caídas y una vez que el pacto fue roto y ocurrió la caída, la única esperanza de la humanidad descansaba totalmente en la gracia. El segundo pacto no anula el primero.29

Estos pactos son eclipsados por el pacto de gracia, los otros pactos son aplicaciones del pacto de gracia a personas particulares, o a sus necesidades en circunstancias particulares, algunos siguen vinculando a Dios y al hombre y otros fueron cumplidos en Cristo.30

La salvación es una salvación pactada: la justificación y la adopción, la regeneración y la santificación son misericordias del pacto; la elección es la forma en que Dios escogió los futuros miembros de la Iglesia, la comunidad de su pacto; el bautismo y la Santa Cena, que corresponden con la circuncisión y la Pascua, son ordenanzas del pacto; la ley de Dios es la ley del pacto, y cumplirla es la expresión más genuina de gratitud por la gracia del pacto, y de lealtad a nuestro Dios del pacto.31

Las partes de este pacto son Dios y el pueblo que Él redimirá. Pero en este caso Cristo cumple con un papel especial como mediador y cumple por nosotros las condiciones del pacto para reconciliarnos con Dios. En el pacto es necesaria la fe en la obra de redención de Cristo para recibir la promesa de vida eterna con Dios. La señal de comienzo de la relación de pacto es el bautismo y la continuación de las relaciones es la participación en la Cena del Señor.

Si Cristo se ha revelado a nuestra vida como Señor y Salvador, tenemos la plena confianza de que celebra un pacto con nosotros y cumplirá sus promesas pactuales, solo nos pide que nos esforcemos y seamos valientes.

Cada que nos alistamos para estudiar la Biblia tenemos que estar dispuestos a reconocer que no terminaremos de conocer y comprender a Dios, conocer sobre los pactos en la escritura es semejante a tener claro la identidad y destino en esta tierra, podemos caminar con la certeza de que Dios no fallará, aunque nosotros sí.

Recordemos que no estamos solos, El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo prepararon un plan para salvarnos de la muerte, de la ira, del castigo por la desobediencia y Su bendita ley está grabada en nuestro corazón para que procuremos agradar a Dios en todo lo que hagamos.


1 Garaldi, Don. La importancia de entender los pactos, Teología de la reforma Video 10 (Conferencia Seminario Reformado Latinoamericano, 5 julio 2017) https://www.youtube.com/watch?v=gVadzVbGuGY

2 Beeke, Joel R. y Smalley, Paul M. Teología Sistemática Reformada (Estados Unidos: Publicaciones Kerigma, 2019), pág. 94.

3 Wight, Fred H. Usos y costumbres de las tierras bíblicas, trad. Godofredo González (Michigan USA: Portavoz,1953), pág. 7.

4 Sproul, R.C. ¿Qué es la Teología Reformada? (Colombia: Poiema Publicaciones, 1997), págs.104-111.

5 Packer, J.I. Teología Concisa (Miami: Editorial Unilit. 1993), Pág.109.

6 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo (New Albany USA: Media Gratiae, 2016), pág. 7.

7 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo, pág. 85.

8 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo, pág. 99.

9 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo, pág. 106.

10 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo, pág. 140.

11 Washer, Paul. Conociendo al Dios vivo, pág. 162.

12 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 43.

13 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 128.

14 Grudem, Wayne Tr. Miguel Mesías, et al, Teología sistemática (Miami Florida: Editorial vida, 2007), pág. 162.

15 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 102.

16 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 101.

17 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 101.

18 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 104.

19 Beeke, Joel R. y Smalley, Paul M. Teología Sistemática Reformada, pág. 95.

20 Grudem, Wayne Tr. Miguel Mesías, et al, Teología sistemática (Miami Florida: Editorial vida, 2007), pág. 542.

21 Beeke, Joel R. y Smalley, Paul M. Teología Sistemática Reformada, pág. 95.

22 Grudem, Wayne Tr. Miguel Mesías, et al, Teología sistemática (Miami Florida: Editorial vida, 2007), pág. 541.

23 Beeke, Joel R. y Smalley, Paul M. Teología Sistemática Reformada, pág. 95.

24 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 90.

25 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 90.

26  Grudem, Wayne Tr. Miguel Mesías, et al, Teología sistemática (Miami Florida: Editorial vida, 2007), pág. 542.

27 Sproul, R.C. ¿Qué es la Teología Reformada?, pág.117.

28 Confesión de Fe de Westminster (Londres, Inglaterra,1647). Cap. 7 - Del pacto de Dios con el hombre.

29 Sproul, R.C. ¿Qué es la Teología Reformada?, pág.116.

30 Beeke, Joel R. et al., Biblia de Estudio Herencia Reformada para la Familia y el Estudio Devocional: Texto bíblico Reina Valera 1960 (China: Poiema Publicaciones y Reformation Heritage Books, 2018), pág. 83.

31 Packer, J.I. Teología Concisa, pág. 115.

 

 

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