“Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza,” Hechos 4:29 LBLA

Desde el principio de la iglesia, esta ha tenido oposición de todo tipo para frenarla, para detenerla, tanto el reino de las tinieblas como los hombres han querido enmudecerla; no obstante, el paso de los siglos ha demostrado lo contrario.

Tal parece que la iglesia es una entidad que se hace más fuerte ante las adversidades, y así es por que así fue diseñada en la mente de Dios. Él, por Su Espíritu Santo, se prepara para Sí mismo una iglesia que sea Su esposa valiente, osada, llena de convicción y seguridad santa.

Por lo tanto, si tú eres en verdad parte de la iglesia de Cristo eres capaz de predicar, eres capaz de dar testimonio,  eres capaz de soportar, eres capaz de compartir a otros cuan grande y verdadero es Dios en tu vida. Que nadie te diga lo contrario, eres la iglesia verdadera valiente y atrevida para levantarte después de cada caída. Aprovecha entonces toda circunstancia adversa y evangeliza al que tiene miedo, al que se siente débil, al que eta confundido; no digas “no puedo, no se como, no tengo lo que se necesita”, si tú eres la iglesia de Cristo está en tu naturaleza, la nueva naturaleza que Dios te ha dado, la capacidad para poder hacerlo.

Comparte con tu familia el evangelio, dale a conocer a tus amigos la buena nueva de la vida eterna, invita a tus vecinos y muéstrales el gozo de la salvación, de ser hecho hijo de Dios. No importa que ahora tengas que estar encerrado un tiempo, desde ahí, desde casa puedes decir cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo, puedes hablar por teléfono, puedes hacerlo en un mensaje, puedes gritarlo en las redes sociales, la iglesia no tiene límites, nunca los ha tenido para poder hacerlo. 

Solo tienen que creer y actuar como nuestros hermanos al principio, como nos dice que declararon en el libro de los hechos:

“porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” Hechos 4:20 LBLA