“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.” Hechos 17:10-12 RVR1960

En medio de la persecución, el apóstol Pablo y Silas no rehuyen seguir predicando la palabra de Dios, aún más cuando se encuentran con un grupo de personas que estaban tan dispuestas a escuchar y que, además, buscaban afirmar lo que aprendían verificando en las escrituras lo que se les estaba enseñando.

Los hermanos de Berea que aparecen en el libro de los Hechos, son un ejemplo para la iglesia de hoy, cuando, sin importar la oposición de las circunstancias, anhelaban seguir aprendiendo más de la palabra de Dios; muchos de nosotros pudiéramos relajarnos en el estudio o lectura de la Biblia, el hecho de no congregarnos normalmente pudiera traer desanimo y descuido, pero no, no debe así ocurrir, seamos como nuestros hermanos de la iglesia del primer siglo en Berea, que escuchaban y recibían la palabra con toda solicitud, es decir, disposición, interés y atención, luego iban a las escrituras y leían en ella para verificar lo aprendido por el mensajero;.

De la misma manera, escuchemos el mensaje de nuestros pastores y ministros, leamos la biblia diariamente y no dejemos de escudriñar la palabra para continuar aprendiendo; todavía hay secretos y misterios que Dios te quiere dar para que, por el poder de su palabra y su Espíritu Santo, muchos hombres y mujeres se afirmen de tal manera que cuando pase la crisis, se levanten como instrumentos de Jesús que en lugar de haberse entregado a la contrariedad de las circunstancias, se capacitaron escudriñando las escrituras para que la obra del evangelio no se detenga sino se haga mas fuerte y relevante en los tiempos que vengan por delante.