“Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.” Hechos 9:31 RVR1960

La Iglesia por la que Cristo murió para darle vida es una sola en todo el mundo y en toda la historia, no obstante, también es muchas, es decir, un solo cuerpo pero en muchos miembros como el mismo apóstol Pablo lo declara (1 Corintios 10:17).

Cada congregación en cada pueblo o ciudad es una iglesia local y al mismo tiempo parte de la iglesia universal; y por ello es valioso, importante y necesario poder aceptarnos a pesar de las diferencias que podamos tener, si tenemos un mismo Señor, un mismo salvador, una misma fe en la muerte y resurrección, tenemos una sola palabra como autoridad y verdad, somos guiados por el mismo Espíritu y adoramos y damos gloria a Cristo y solo a Cristo, somos familia y podemos tener comunión y apoyarnos mutuamente, edificándonos como iglesias amigas o hermanas y participar juntos de la misma oración e intercesión por las necesidades, luchas y tribulaciones que juntos como iglesia universal o como iglesias locales, tenemos.

Es bueno entonces y necesaria, la amistad con otras iglesias, edificándonos como el libro de los Hechos dice que lo hacían las congregaciones en diferentes ciudades en aquella época, y hoy con el avance de la tecnología podemos edificarnos mutuamente las iglesias distantes recibiendo ministración, dirección, oración y bendición a través de los diferentes medios que tenemos a nuestro alcance. Aprovechemos esta época en la que Dios nos ha puesto para ser la iglesia universal que, unidos desde el lugar local que cada iglesia tiene, predique una sola Fe, una sola Gracia, una sola palabra verdadera (La Biblia), un solo Señor y Salvador (Jesucristo) y se una para darle solo y solo a nuestro Dios trino la Gloria.

“Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.” Romanos 16:16 RVR1960