“ aunque ciertamente Dios no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.” Hechos 17:27-28 RVR1960

Estas son unas de las palabras más poderosas y de mayor esperanza para la iglesia.

Hay momentos donde nos preguntamos ¿dónde está Dios?, al punto que aún nuestras oraciones parecieran no llegar a su destino; y las circunstancias son tan difíciles y confusas que más pareciera estar ausente.

La realidad es que es nuestra alma turbada la que se nubla para poder percibirlo, pero su promesa es tan poderosa que debe penetrar en nuestro espíritu para darnos esa certeza, Él está cerca de cada uno, de manera particular, de manera individual, intima. Y ¿por qué podemos asegurar esto? Por que somos suyos y el ama lo que es de Él. 

La declaración del apóstol es poderosa cuando remata diciendo: “Por que por Él vivimos, nos movemos y somos”, Dios no puede estar lejos de lo que tanto ama y de los que tanto de Él dependen.

Estamos seguros, pase lo pase; puedes dudar de cualquier cosa en estos días, pero nunca de que Él está ahí, exactamente al lado de tí. ¿Por que? Por que sencillamente perteneces a Él.