IBJ | Blog

08 Mayo

La vara y el callado

Written by  Alejandro Corzo

“... pero Él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad.” Hebreos 12:10 LBLA

La propia Biblia declara que la disciplina no parece causa de gozo sino de tristeza (Hebreos 12:11), sin embargo, la disciplina es necesaria, vital para alcanzar la madures como hijos de Dios, y esto es algo que la iglesia hace dos mil años, como a lo largo de toda su historia, ha tenido que aprender con gran esfuerzo.

La disciplina es corrección. Y dada nuestra condición débil e inclinada a la maldad, la corrección se hace constante y cotidiana y Dios usa todo tipo de circunstancias y situaciones para corregirnos en nuestro caminar. 

El es el buen Pastor, con callado y vara, y ambas herramientas son para nuestro bien y disciplina. Con el callado dirige a la que se desvía un poco, atrae a la que quiere limpiarle los ojos, la nariz o el pelaje de basura o insectos incómodos, lo usa para conducirla al redil y ponerla junto a sus compañeras, usa el callado como instrumento de disciplina preventiva.

Pero también tiene la vara, y con ella golpea a la descarriada, azota a la que insiste en alejarse constantemente, a la que persiste en golpear a sus compañeras y las muerde; con la vara golpea las patas para obligarla a postrarse cuando esta no quiere voluntariamente ser trasquilada, limpiada o alimentada, usa la vara para humillar el tesón, la necedad y la terquedad.

¿Por que lo hace? Precisamente por qué es suya, por qué la ama y nada la arrebatará de su mano; por que ninguna de sus ovejas se perderá. Si es necesario le romperá una pata para que no se vuelva a alejar, pero estará segura, cerca del pastor será alimentada y no morirá en manos de un salvaje enemigo. No es agradable, pero es seguro. 

La iglesia de hoy acepta la disciplina del pastor. La corrección tierna del callado y el azote duro de la vara. Aunque no siempre será agradable, estamos confiados en la Gracia y en la certeza de que Dios sabe que es lo mejor para nosotros con la esperanza de que recibiremos recompensa y fruto después de haber superado la disciplina que nos garantiza que somos suyos, que en verdad somos Sus hijos.

Read 971 times
Rate this item
(0 votes)