“Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.” Hechos 19:5

Hoy en día, en algunas congregaciones, hay un debate sobre en “que nombre” deberían bautizarse los reciben convertidos, si en el nombre del Señor Jesucristo, como lo dicen varios textos del libro de Hechos, o en el nombre “del Padre, del hijo, y del Espíritu Santo” como lo dicta Jesucristo en Mateo 28:19.

De entrada no debería causar polémica ni división un asunto que en esencia es para unir a la iglesia a Cristo, además, el sentido común nos inclina hacia el hecho de que si fue Jesucristo mismo quien dejó la indicación de bautizar en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo entonces esto es correcto.

No obstante, cuando vemos que los apóstoles bautizaban en el nombre del Señor Jesucristo no podemos negar que esto también es correcto pues es la practica bíblica de la iglesia. ¿Como conciliamos esta aparente diferencia?

La iglesia primitiva estaba clara que en Jesucristo habita la plenitud de la deidad (Colosenses 2:8), y de que Él es la gloria e imagen misma de su sustancia (Hebreos 1:3), de tal manera que al bautizar lo hacían conforme a lo indicado por Jesús mismo al entender que:

Señor corresponde a la autoridad del Padre.

Jesús es el nombre del verbo hecho carne, es decir, el Hijo.

Cristos era la designación del mesías ungido prometido, quien seria investido por el Espíritu Santo.

Así entonces no hay contradicción, bautizar en el nombre del Señor Jesucristo es equivalente a hacerlo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y viceversa, pues los tres son uno.

“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.” 1 Tesalonicenses 5:28