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25 Julio

Alcancé salvación

Written by  Paulo C. Chaparro

Horatio G. Spafford fue un abogado y anciano de la iglesia presbiteriana. Nacido un 20 de octubre de 1828 en North Troy, Nueva York pareciera que su vida estaría marcada por las tragedias familiares, pudiéndosele llegar a nombrar como un ´Job moderno´.

A la edad de 40 años sufrió la pérdida de un hijo varón. Mas tarde perdieron una fuerte cantidad de dinero que había invertido quedando mal económicamente a lo que se sumaría el gran incendio de Chicago (Octubre de 1871) afectando mucho sus bienes materiales. 

Buscando tener un tiempo en familia y distraerse de su situación, programaron un viaje para encontrarse en Gran Bretaña con sus amigos y hermanos en Cristo, Ira D. Stanley y el célebre evangelista D.L. Moody. La familia estaba muy entusiasmada para zarpar en noviembre de 1873 en el “S.S. Ville de Harve”. Días antes del viaje surgió un imprevisto que provocó que solo viajaran la esposa y  sus cuatro hijas. Él las alcanzaría unos días después.

Lamentablemente, unos días después de haber zarpado, el S.S. Ville de Harve chocó contra el barco inglés “Loch Starpoints” hundiéndose bajo las frías aguas del océano en tan sólo doce minutos. Poco después, la Sra. Spafford llegó con otros supervivientes a Candiff en Gran Bretaña. Y envió un telegrama a su esposo con estas dos palabras "ÚNICA SALVA". Enseguida el Sr. Spafford tomó tomó el primer barco y viajó a encontrarse con ella.

Se dice que durante el viaje, el Sr. Spafford atravesó el sitio exacto donde se había hundido el S.S. Ville de Harve y el capitán le indicó dónde se hallaba el infortunado buque y el lugar donde sus hijas habían perecido. Ante este impacto, Spafford descendió a su camarote y con la imagen de la tragedia en su mente, escribió los versos de este maravilloso himno “It is well with my soul” (lit. “Está bien con mi alma”). Después del hundimiento, la pareja tuvo un hijo varón y dos mujeres. En 1880, el pequeño Horacio, a los tres años, moriría de fiebre escarlatina. 

Es de destacar, como es que esta cadena de eventos desafortunados no atenuaron en nada el amor que a Dios tenían. El matrimonio que siguió fiel al Señor y, tal como lo muestra la última estrofa del himno, la Segunda Venida de Cristo fue la fuente de gozo y entusiasmo que les sostendría. 

En 1888, decidieron mudarse a Jerusalén, y esperar allí la venida del Señor. Adoptaron a un niño y fundaron un grupo llamado el “American Colony”; cuya misión fue servir a los pobres, misma prevalece hasta hoy. El hermano Spafford encontró el descanso en su Señor el 16 de octubre de 1888.

Se cuenta que, un hombre de negocios en crisis financiera estaba en un profundo desaliento y, al oír la historia del himno, exclamó: “Si Spafford pudo escribir tan hermoso himno de resignación, no volveré a quejarme nunca más”.

Este himno fue cantado por primera vez en una reunión en Farwell Hall, Chicago, por el Sr. P.P. Bliss, quien compuso la música. 

 

Letra

Autor: Horatio G. Spafford (1828-1888)

Base bíblica: Salmo 62:7

 

Alcancé salvación

1.

De paz inundada mi alma ya esté,
o cúbrala un mar de aflicción,
mi suerte cualquiera que sea, diré:
¡Alcancé, alcancé salvación!

Coro:

¡Alcancé... salvación...!

¡Alcancé, alcancé salvación!

2.

Ya venga la prueba o me tiente Satán,

no amengua mi fe ni mi amor;

pues Cristo comprende mis luchas, mi afán,

y Su sangre obrará en mi favor.

3. 

Feliz yo me siento al saber que Jesús

libróme de yugo opresor;

quitó mi pecado, clavólo en la Cruz;

gloria demos al buen Salvador.

4.

La fe tornaráse en feliz realidad

al irse la niebla veloz;

desciende Jesús con Su gran majestad,

¡Aleluya, estoy bien con mi Dios!

 

A continuación te presentamos la traducción literal de la letra original en inglés escrita por el hno. Stafford en medio del océano en 1873. Esperamos te ayude a captar mas fielmente el espíritu de este maravilloso himno de la cristiandad.

 

1.

Cuando la paz como un río atiende mi camino,
cuando ruedan penas como las olas marinas;
cualquiera que sea mi suerte, me has enseñado a saber
¡Está bien, está bien, con mi alma!

Coro:
¡Está bien... con mi alma!
¡Está bien, está bien, con mi alma!

2.

Aunque Satanás golpee, aunque vengan las pruebas,
deja que esta garantía bendita tome el control,
que Cristo ha considerado mi estado indefenso,
y ha derramado Su propia sangre por mi alma.

 

3.

¡Mi pecado, oh, la dicha de este glorioso pensamiento!
Mi pecado, no en parte, sino en el todo,
sstá clavado en la Cruz, y ya no la llevo,
¡Alabado sea el Señor, alaba al Señor, alma mía!

4.

Para mí, sea Cristo, sea Cristo de aquí para vivir:
Si el Jordan sobre mí rodara,
ningún dolor será mío porque en la muerte como en la vida
te susurrarás tu paz a mi alma.

5.

Pero Señor, es por Ti, esperamos tu venida,
El cielo, no la tumba, es nuestro objetivo;
¡Oh, triunfo del ángel! ¡Oh, voz del Señor!
Bendita esperanza, bendito descanso de mi alma.

6.

Y Señor, a toda prisa el día en que la fe sea vista,
las nubes se enrollarán hacia atrás como un pergamino;
la trompeta resonará, y el Señor descenderá,
una canción por la noche, ¡oh alma mía!

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