“Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios.” 1 Corintios 1:18 LBLA
¡Poder! Una palabra tan pequeña con tan grandes implicaciones que provocan el anhelo o la ambición de muchos. Aún entre cristianos esta palabra ha sido malentendida en el contexto de Dios reduciéndola solo a señales y prodigios en la Tierra, considerando que un cristiano poderoso es el que habla elocuentemente, tiene muchos seguidores o hace sanidades y milagros.
No era ese el concepto enseñado a la iglesia bíblica; el poder que ellos sabían, y que es nuestra herencia como cristianos del sigilo XXI, radica en lo que el apóstol Pablo enfatiza: En la cruz. Es decir, el poder de la iglesia esta cimentado en la fe de lo que Dios Padre hizo enviando a morir por nuestros pecados al Hijo para que luego por el aliento del Espíritu Santo fuera levantado de entre los muertos y así otorgarnos vida eterna y transformación para nuestras vidas.
Al estar inutilizados completamente para al alcanzar la salvación, el poder de Dios es la acción que Él hace para que por Sus méritos podamos ser tocados y volver nuestros ojos a Él y recibir justicia, gozo y paz en esta vida y en la venidera.
Ese poder ahora, por la acción del Espíritu Santo que mora en nosotros, está a nuestro alcance, para que podamos hablar a los perdidos y ellos experimenten ese mismo poder para que sean salvos.
Sin duda nos acompañarán señales y milagros por que así lo prometio el Señor (Marcos 16:17), sin embargo, ningún milagro por más grande que sea se compara al gran poder de Dios que se efectuó en el portentoso milagro de su muerte y resurrección para rescatarnos de la muerte y el pecado, regresarnos nuevamente a su lado, y dotarnos de esperanza, fortaleza y fe mientras ese día llega.
El gran poder de Dios en suma, es Cristo revelándonos su plan redentor y haciéndonos saber que el tiene el control de nuestras vidas en sus manos.
“mas para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios.” 1 Corintios 1:24 LBLA
