"En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir.” Hechos 20:35 LBLA

Es interesante que Pablo exhorta a la iglesia citando al Señor Jesús con las únicas palabras en él Nuevo Testamento que no se encuentran en los evangelios, no obstante, era una frase que, sin duda, todos los discípulos de aquel tiempo sabían que era una máxima de Jesucristo y, por lo tanto, practicaban o aprendían a hacerlo: Ayudar a los débiles, a los frágiles, a los necesitados.

La iglesia crece, madura, avanza, aprende, se desarrolla ¿para que? ¿Para hacerse famosa, poderosa, llenarse de orgullo o soberbia, sentirse mejor o superior, llenarse de toda clase de satisfacción, esconderse pensando que es superior o mejor? De ninguna manera, todo lo que cada uno de nosotros logra o tenga, aún en las cosas materiales, por poco o pequeño que parezca, es para compartirlo con los que  que vienen atrás, con los más débiles para que ellos también avancen.

En estos tiempos busca y encontrarás fácilmente alguien que necesita tu ayuda, tu consejo, tu consuelo, tu ánimo, tu limosna, tu testimonio, tu oración, tu fuerza, tu tiempo.

Si Jesucristo dijo que es mejor dar que recibir y la iglesia modelo del principio lo sabía, es una indicación imperativa de que nos conviene imitarlos sin duda.