Estamos viviendo días en los que las probabilidades estan tomando un papel de mucha atención. Se escuchan probabilidades por todos lados, los médicos, los políticos y hasta la población general hacen sus estimaciones creándose con estas expectativas con las que pretenden tomar la mejor decisión. Sin embargo, la iglesia debe recordar que toda nuestra vida y lo que pudieramos hacer esta en las manos de nuestro Soberano Dios, no en las probabilidades por alentadoras que estas pudieran parecer. Nada esta sobre los justos designios de nuestro Señor.
Muchos hacen planes a futuro dando por echo que les será posible y que tendrán vida para llevarlos a cabo, mas la Palabra califica como una “jactancia maligna” el planear y proyectar nuestra vida sin considerar que solo Dios sabe que será de nosotros. No es que el trabajo o la planeación sea mala, sino la actitud mundana y ligera de pensar que la vida depende de como nos sentimos y no de los designios y propósitos de Dios.
En el Evangelio de Lucas 12:13-21 leemos:
En este pasaje conocemos la historia de un hombre que tenía planes y proyectos para él y su herencia, más el Señor lo calificó como un “Necio” no por planear o proyectar sino por dar por hecho que tendría vida para terminarlos y disfrutarlos.
El apóstol Santiago nos recuerda que no solo lo que hacemos es una dádiva o permisión divina, sino antes de esto la vida misma esta sujeta a la voluntad de Dios (vr.15), “Si el Señor quiere, viviremos y haremos”. Podemos confiar plenamente que cual fuera Su voluntad somos seguros dependientes de esta, no hay mejor proyecto o propósito que el que Dios tenga para nosotros, Su iglesia.
El apostol termina recordándonos que conocer lo bueno, y no llevarlo a la práctia es pecado (vr. 17). Nos previene de pecar de esta forma que puede ser tan sútil que no nos demos cuenta en nuestro “optimismo cristiano” estamos ofendiendo a Dios conn una jactancia maligna.
Por ello, cuando nos pregunten que proyectos tienes para tu vida respondamos “Si Dios quiere, viviré y haré esto o aquello” y sino vivieramos o no hicieramos, sin duda alguna eso sería lo mejor.
